En una conferencia de prensa en el Vaticano, el embajador de Chile, Mariano Fernández “pidió” al Papa, que se abstenga de opinar sobre el conflicto limítrofe con Bolivia durante la visita que realizará al territorio chileno en enero, en la que se espera la presencia de más de un millón de argentinos.
El Pontífice y “cualquier persona” deberían “abstenerse de opinar” hasta “que se pronuncie el tribunal internacional de La Haya”, señaló el embajador.
En términos diplomáticos “lo normal” es que una cuestión tan delicada se trate reservadamente de Estado a Estado y no con una abierta conferencia de prensa. Los chilenos desconfían de Jorge Bergoglio, desde 2015, cuando el Papa argentino visitó Bolivia. Francisco había considerado “justo” el anhelo de Bolivia de tener una salida al mar.
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