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7 de julio, 2025

Juan Carlos y Sofia de España. El divorcio que siempre se posterga.

El Rey Emérito continuaría su relación afectiva con Marta Gaya.

La reina Sofía cumplió el pasado 2 de noviembre 83 años. Al no ser una fecha redonda no hubo celebración más allá de los centros de flores que llegaron a Zarzuela y las felicitaciones presenciales de parte de su familia.

Cuando cumplió los 80, sí hubo fiesta en palacio con un almuerzo al que acudieron los familiares directos y el Rey emérito.

Al año siguiente también estuvo presente don Juan Carlos y en el de la pandemia lo celebró con su hermana, la princesa Irene, y también repitió el monarca jubilado.

Al menos así se informó para indicar que la relación del matrimonio había cambiado desde que desapareció de la escena afectiva Corinna Larsen.

Antes de la marcha a los Emiratos, los Reyes eméritos habían acercado posiciones. Incluso llegaron a compartir unos días en Sanxenxo a los que se sumó la infanta Elena.

Padre e hija participaron en una de las regatas que se celebraban en esas fechas en la localidad gallega. Era la primera vez que doña Sofía asistía como espectadora y esa presencia fue la gran sorpresa. Desde hacía muchos años el matrimonio real no compartía actividades lúdicas, solo las que marcaba la agenda institucional.

Ya no existía en el horizonte, ni presente ni futuro, la ex princesa Corinna, por la que el emérito estuvo a punto de romper su matrimonio definitivamente.

La única mujer que seguía acompañándolo como amiga de verdad, y no entrañable, como definió Corinna su relación, era Marta Gayà. Con la dama mallorquina continúa su amistad y ha sido de las pocas personas ajenas al círculo íntimo del Rey que le ha visitado en su retiro impuesto de Abu Dabi.

Estas dos mujeres han sido las únicas por las que el emérito habría estado dispuesto a divorciarse.

Doña Sofía nunca le habría planteado a su marido una separación oficial y legal.

Nunca habría aceptado el divorcio e incluso cuando la infanta Elena planteó su ruptura matrimonial con Jaime Marichalar, don Juan Carlos apoyó a la hija desde el primer momento, mientras la madre le aconsejó que aguantara.

En febrero de 2012, don Juan Carlos reunió a sus 3 hijos en el restaurante El Landó para informarles la posibilidad de una separación oficial y legal de la reina Sofía. En esas fechas la relación con Corinna Larsen era tan estable que había viajes institucionales en los que participaba.

Muchos años antes sucedió algo parecido con Marta Gayà.

De este divorcio, que habría sido imposible en aquel momento, se tuvo noticias cuando se filtró la conversación que don Juan Carlos tuvo con su amigo del alma y armador del Bribón, Josep Cusí.

El CESID, el servicio secreto anterior al CNI, grabó la conversación en la que el Rey hablaba con plena confianza a su interlocutor de su estado de ánimo, de lo feliz que se encontraba con Marta Gayà. Fue una relación tan estable que ha durado hasta ahora.

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