El empresario de la construcción, Oscar Remorino, conocido como “El Gitano”, uno de los principales proveedores del Gobierno de la Ciudad, es investigado por la Unidad de Información Financiera (UIF) por presunto lavado de dinero. En cuatro años multiplicó más de 7.000 veces su patrimonio.
Remorino, histórico puntero de la Villa 31, es dueño de la empresa CEMACO, que entre 2012 y 2016 fue adjudicataria de varias contrataciones y licitaciones públicas por diferentes servicios. En esos años, percibió 51 millones de pesos del Gobierno de la Ciudad. Según datos de la UIF, su patrimonio creció en cuatro años un 1.700%.
El organismo comenzó a investigarlo por posible lavado de dinero, evasión y defraudación luego de que se emitieran varios Reportes de Operaciones Sospechosas. Uno de ellos fue la compra de un avión privado en 2013, que incluyó en sus declaraciones ante la AFIP dos años después. Según lo declarado, el “Gitano” lo utiliza para viajar a Misiones, donde tiene plantación de yerbamate, y valía 160.000 pesos. Aunque se encontró, en ese período, una transferencia hacia el vendedor por $ 2 millones.
Además, se observó que en 2011 sólo tenía 300.000 pesos, pero al finalizar el 2015 su patrimonio ascendía a 21.800.000. Para la UIF, las prestaciones de servicios al gobierno de la Ciudad para las Villas 31 y 31 bis representaron un incremento en sus actividades como proveedor estatal. De hecho, CEMACO pasó de ingresar 392.652 pesos en 2010 a 15,5 millones de pesos en 2015.
“Sus acreditaciones bancarias entre 2012-2014 no se condicen con las ventas”, concluyen desde el organismo antilavado.

Entre los contratos otorgados a Remorino por el Gobierno de la Ciudad, se encuentran: arreglos de baches, poda de árboles, arreglos en luminarias, destapes en la red cloacal y pluvial, limpieza de la tierra que se genera por obras y reparaciones, tanto de vecinos como de cooperativas del barrio.
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