Ninguna organización se atribuyó los ataques.
8 personas, incluidos niños, murieron al explotar 2 coches bomba en el norte de Siria.
Una de las explosiones alcanzó un taller de reparación de vehículos en Shawa, un pueblo de la provincia de Aleppo cercano a la frontera turca, controlado por combatientes pro-Turquía.
En ese ataque murieron cinco civiles, entre ellos 3 niños, y 10 resultaron heridos.
Las zonas controladas por Turquía y grupos afines en el norte de Siria son el escenario habitual de atentados con bomba y enfrentamientos entre grupos armados.
En el segundo ataque, un artefacto explosivo colocado en un vehículo mató a tres combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lideradas por los kurdos en la ciudad de Manbij.
No se informó que ninguna organización se hubiera atribuido los ataques.