Fueron a Grecia, donde vivía su hermano menor.
Fue un viaje rápido, simbólico y ‘secreto’ porque no aparecía en ninguna agenda.
La reina emérita Sofía y su hermana, la princesa Irene, hicieron una escapada a Grecia, donde vivía su hermano, el recientemente fallecido rey Constantino de Grecia.
El viaje de las hermanas fue totalmente privado y se encuadra dentro de la idea de familia de doña Sofía. Quería estar cerca de su cuñada, Ana María.
Los ideales familiares de Sofía son muy claros, prueba de ello es que convive desde hace años con su hermana Irene en el Palacio de la Zarzuela.
La visita a Grecia, a la casa en la que vivía su hermano Constantino desde 2013, es otra prueba de ello. La mansión, situada en la región de Argólida, Peloponeso, es una preciosa casa con vistas al Egeo y la paradisíaca Porto Jeli.
Es un lugar especialmente simbólico para la familia real griega, puesto que fue el lugar escogido por Constantino y su mujer para instalarse de nuevo en el país.
Constantino II de Grecia subió al trono en 1964 tras la muerte de su padre, el rey Pablo I, cuanto tenía 23 años. Seis meses después se casaba con la princesa Ana María de Dinamarca, en Atenas, hermana de la actual reina Margarita.
Pero tras un breve reinado de tres años al que puso fin el golpe de Estado y un contragolpe fallido, salieron apresuradamente de Grecia para instalarse en Roma con sus dos hijos, la princesa Alexia y el príncipe heredero Pablo. Allí nacería el tercer hijo de la pareja, el príncipe Nicolás.
Tras cinco años en la capital italiana, Constantino y Ana María de Grecia pusieron rumbo a Londres, donde nacieron sus dos hijos menores, Theodora y Philippos, y donde vivieron bajo la protección de la reina Isabel II.
A los 73 años, el hermano de la reina Sofía volvía a su tierra natal y realizaba su primera aparición en público en el cementerio del palacio que había sido de la familia real, en Tatoi.
Los griegos se fueron acostumbrando a ver a su antiguo rey por las calles de Porto Jeli. Fue en su mansión en esta zona turística donde Constantino sufrió, en 2016, una embolia pulmonar, una dolencia que le provocó un deterioro físico que se fue agravando con los años. Sus imágenes en silla de ruedas por las dificultades de movilidad marcaron los últimos años de vida del exrey.
Cuando los achaques de salud de su hermano pequeño se incrementaron, también lo hicieron las visitas de la reina Sofía, que se desplazó en numerosas ocasiones para acompañar a su hermano.
Hasta su fallecimiento, el 10 de enero de este 2023, en Porto Jeli. Y hasta allí se han desplazado sus hermanas muchas veces desde su fallecimiento.