El papel de los los gemelos.
Charlène y Alberto de Mónaco han querido mostrarse cercanos y comunicativos y han concedido una entrevista exclusiva al diario ‘Monaco Matin’.
Realiazaron declaraciones poco habituales en ellos sobre la crianza de sus gemelos, Jacques y Gabriella, y su papel como padres de un niño y una niña que son herederos del trono.
Conscientes del interés mediático que los dos hermanos generan, Charlène y Alberto tratan de exponer con prudencia a sus hijos y de compaginar de la mejor manera posible su función como padres de dos niños cuyo papel es fundamental dentro de la institución.
“Somos especialmente cuidadosos en cómo acercarlos poco a poco a estas obligaciones, no exponerlos mucho cuando aún son demasiado jóvenes”, han confesado.
El príncipe heredero Jacques y su hermana, la princesa Gabriella, dividen su tiempo entre la escuela y las actividades relacionadas con su estatus.
“Cuando sean mayores, por supuesto, se involucrarán más en diferentes actividades, acontecimientos y ceremonias. Es importante hacer las cosas poco a poco, sin forzar”.
La princesa Charlène ha explicado que tanto ella como su esposo tratan de hacer entender a sus hijos por qué no son como el resto de los niños: “Nuestros hijos encarnan el futuro del principado y debemos hacerles entender por qué vivimos con una protección constante”.
El príncipe Alberto ha asegurado que Jacques y Gabriella son cada vez más conscientes de lo que ocurre en el mundo: “Aunque no creo que aún lo entiendan todo, son algo conscientes de lo que pasa. A veces ven las noticias y hablan de ellas en el colegio”.
En cuanto a las raíces sudafricanas de la princesa Charlène, esta asegura que trata de que sus hijos no pierdan el contacto con el país que la vio nacer: “Han estado en Sudáfrica varias veces y disfrutan mucho de esos viajes. Muchas veces me dicen que quieren volver para ver animales o para visitar granjas. Para mí es muy especial poderles mostrar el entornó en el que crecí”.
“A finales de año iremos a la Antártida. Es un viaje organizado por el Museo Oceanográfico y Robert Calcagno. Creo que será maravilloso para todos”.