Las vendió el hijo de la artista.
“El 22 de junio de 1994…” comienza la nota de la revista ‘Privé’, que publicó los besos de Juan Carlos I y la vedette Bárbara Rey
Son fotos inéditas vendidas por Ángel Cristo Jr., hijo de la vedette, que además cuenta las razones de esta decisión.
Ha sido el programa ‘En boca de todos’ de España el que ha adelantado la noticia.
Fotografías en las que se ve al antiguo monarca en casa de la artista.
Ambos abrazados, besándose y en una actitud que evidencia su relación, un secreto a voces hasta no hace mucho, cuando Bárbara habló del romance.
Fue el propio Ángel Cristo Jr. el que desveló en un programa de televisión que había sido él mismo el encargado de hacerse con pruebas gráficas de la relación que su madre tenía con el entonces monarca.
Y es él también el que cuenta en esta revista de los Países bajos cómo las hizo y qué le ha llevado a venderlas.
Imágenes que nunca habían visto la luz en un medio impreso, aunque sí corrieron hace años las redacciones de algunos medios muy conocidos sin que nunca llegaran a publicarse.
Una nota que podría ser uno de los materiales por los que la artista demandó a su hijo, acusándolo de haberle sustraído documentos y fotografías.
En esta revista se habla claramente de una extorsión de Bárbara Rey a don Juan Carlos: “Con estas fotos, el rey Juan Carlos fue chantajeado por una de sus muchas amantes, la estrella de televisión Bárbara Rey. Ella usó a su hijo, Ángel Cristo Jr, que entonces tenía 13 años, para tomar las fotografías en secreto. Le hizo ganar mucho dinero y por venganza hacia su madre y para desmentir sus palabras, Ángel ha contado esta impactante historia”, se puede leer en el texto.
La primera reacción de Bárbara Rey ante la publicación de estas fotografías no se ha hecho esperar. “No tengo palabras. Entiendo que voy a hacer lo mismo que he hecho hasta ahora, utilizar la justicia. Estas fotos son mías, pertenecen a mi privacidad. Quiero dejar claro que nunca hizo él esas fotos”
“Me he quedado con la boca abierta y triste. Nunca imaginé que fuera a hacerlas públicas y, peor aún, hacer uso de ellas”, ha comentado Bárbara a la revista Vanitatis.