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8 de diciembre, 2024

Máxima de los Países bajos. Volvió a salirse del protocolo. Tuvo una divertida actitud con un grupo de jóvenes.

Se reunió con algunos de los presentes para hacer una divertida foto con el famoso “palito de la selfie”.

Máxima Zorreguieta puede ser una reina consorte “poco convencional”.

Cuando el contexto lo ameritó, supo sumarse a una clase de bachata, también fue bartender, cocinó con su marido, el rey Guillermo Alejandro, y hasta se tiró en paracaídas.

La monarca volvió a “salirse del libreto”.

Con la espontaneidad y simpatía que la caracterizan, se sacó una selfie durante una actividad y divirtió a más de uno.

La reina de los Países Bajos tuvo una agenda cargada de compromisos.

Estuvo en la ciudad de Amersfoort para asistir a la conferencia Más acceso al arte -donde se sumó a un divertido taller de cocina- y luego se trasladó a Ámsterdam para participar del Círculo de Liderazgo de Mujeres de Servicios Financieros 2030 en su rol de Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera (UNSGSA).

Estuvo en la ciudad Zoetermeer para visitar la institución sanitaria Ipse de Bruggen y también pasó por la localidad de De Lier, para recorrer las instalaciones de una empresa que trabaja con alta tecnología en el control climático en horticultura de invernadero y grandes edificios.


La reina se trasladó a la ciudad de Hoofddorp, en Holanda Septentrional, en su rol de presidente honoraria de la Fundación Mind Us, la cual promueve la salud mental para los jóvenes.

Allí participó de una reunión que se focalizó en “la apertura sobre la salud mental en las redes sociales en beneficio de la resiliencia de los jóvenes”, de acuerdo a lo que comunicó la casa Orange-Nassau. En un video que compartieron en sus redes sociales se pudo ver la intimidad del encuentro.

La monarca de 53 años participó activamente de las charlas hasta que en un momento se subió a un pequeño escenario que había en el lugar y se reunió con algunos de los presentes para hacer una divertida foto con el famoso “palito de la selfie”.

Relajada y distendida, Máxima se agachó para no tapar a las personas que estaban atrás y posó como si fuera una más del grupo.


Además del “momento selfie”, hubo otra cuestión que llamó la atención de todos: el outfit de la reina.

Máxima lució muy elegante con un traje anaranjado con un cinturón ancho de Natan Couture, su firma de cabecera. Lo complementó con unas botas color nude, una cartera marrón, joyería plateada y el cabello recogido en un rodete.

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