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19 de abril, 2024

BERNARDO STAMATEAS. ¿Es posible superar el dolor emocional?

¿Es posible llevarnos bien con la vida cuando esta parece que nos golpea sin piedad? Muchos eligen seguir adelante y no darse por vencidos por amor a sus seres queridos. Dicha actitud les permite tener esperanza en un futuro mejor. Como explico en mi reciente libro Dolor que fortalece, todos podemos encontrar un motivo por el cual seguir adelante gracias a la presencia de alguien especial en nuestra vida.

Pero la mayoría de las personas que han atravesado situaciones límites, como una enfermedad grave, una situación de guerra, un accidente o la pérdida de un ser amado, han vuelto sus ojos hacia su ser interior para gestionar su dolor. Y al hacerlo, han descubierto que contaban con recursos que desconocían hasta entonces. También se apoyaron en la gente que ocupa un lugar importante en sus vidas pero, fundamentalmente, miraron hacia adentro.

En ocasiones puede parecer imposible hallar un sentido frente a la adversidad pero, al menos, podemos comenzar a hacerlo cuando cambiamos el “por qué”, tan común cuando el dolor aprieta, por el “para qué”. La primera frase nos mantiene anclados en el pasado, mientras que la segunda nos conecta con el futuro. Es tal vez por ello que algunas personas que sufrieron maltrato en la niñez acaban por dedicarse al trabajo social o voluntario.

Muchas veces, cuando nos dedicamos a ayudar a los demás, somos capaces de superar nuestra propia historia de dolor y encontramos una razón que nos impulsa a levantarnos cada mañana dispuestos a no bajar los brazos. El servicio y la solidaridad son dos formas de sobreponernos a las dificultades sobre el maravilloso fundamento del amor.

Entonces regresemos a la pregunta del comienzo: ¿Es posible superar el dolor emocional? Claro que sí y esto se debe al hecho de que todos los seres humanos somos potencialmente resilientes. Poseemos la capacidad de superar la adversidad. Aun así, hay quienes deciden adoptar el papel de víctima y no logran crecer ni avanzar en la vida (por la ira que tienen reprimida en su interior).

Pero ser resiliente, o mostrar resiliencia, implica muchísimo más que ser capaz de superar un trauma. Esta forma de enfrentar y ver la vida nos permite sanar, en un nivel profundo, nuestras heridas emocionales para disfrutar de una vida con propósito y en plenitud. No se es resiliente una vez o varias veces, sino que se trata más bien de un estilo de vida, una construcción diaria, que beneficia a uno mismo y a los demás.

¿Alguna vez te has preguntado por qué razón dos personas que viven exactamente la misma situación negativa no reaccionan de la misma manera? Y mientras una permanece amargada y se da por vencida, la otra se siente impulsada a superarse y mejorar su vida. Lo que ocurre es que esta última recurre a su capacidad para resistir. Todos la llevamos adentro pero no todos hacemos uso de ella.

Si aún no lo sabías, dentro de vos hay una fuerza que te permite superar cualquier situación, por dura que sea, y ver la vida y todo lo que en ella ocurre desde una perspectiva completamente diferente.

Invitado
Dr. Bernardo Stamateas
Psicólogo y escritor

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