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27 de julio, 2024

Dr. CARLOS KAMBOURIAN. Cuidados para el Verano en los niños.

Todas las estaciones del año tienen sus particularidades en cuanto a los cuidados que debemos tener con nuestros hijos e hijas. El verano es una de ellas, y quizás es la estación del año a la que más atención debemos prestarle.

Existen varias circunstancias a las que debemos prestar atención:

GOLPE DE CALOR:

Es uno de los síndromes más frecuentes durante el verano, tanto en niños como en adultos. La exposición a altas temperaturas, con o sin sol, provoca síntomas y signos que pueden, en algunos casos provocar una situación de extrema gravedad. Dolor de cabeza, dolor de cuello (sobre todo en la nuca), decaimiento, sincope (o desvanecimiento), deshidratación, fiebre y hasta pérdida de conocimiento en los casos más severos. La importancia de la hidratación radica claramente en mantener el alto porcentaje de líquidos del cuerpo y mantener la homeostasis del cuerpo humano en niveles adecuados. Ello reduce drásticamente la posibilidad de padecer este tipo de síndromes. Por otro lado, y como medida preventiva, el evitar exponerse a temperaturas extremas, es uno de los puntos más relevantes para el tratamiento del golpe de calor.

Es muy importante recalcar que los niños también sufren de golpe de calor y no están exentos de la sintomatología severa, que incluye hasta casos de muerte.

QUEMADURAS SOLARES:

La exposición a rayos ultravioleta, sin adecuada protección solar provoca quemaduras dérmicas relevantes y casos de deshidratación severa y shock en todas sus formas. Los pediatras estamos habituados a vivir situaciones de extrema gravedad con casos de exposición solar inadecuada. Los protectores solares no son cremas habituales. No es una decisión poco importante. Se trata de una indicación médica pediátrica. Cada piel y cada niño o niña requiere de diferentes tipos de protectores solares. Es por ello que es altamente recomendable que la consulta pediátrica, cuando se acerca el verano, incluya este tipo de consejos médicos. Del mismo modo, la forma y frecuencia de aplicación del protector solar, es de suma importancia para darle adecuada protección a la piel de los niños y niñas. Los bebes menores de 1 año también requieren protección solar adecuada y con altos niveles de filtro, debido a que la escasa capa de ozono ya no logra protegernos de la exposición solar.

En este sentido es importante enseñarles a nuestros hijos el ejemplo, y también utilizar protección solar adecuada siendo adultos.

DIARREAS ESTACIONALES:

Se trata de una causa muy habitual de deshidratación, sobre todo en niños y niñas mas pequeños, y recién nacidos. La mala alimentación, la inadecuada higiene personal, el escaso o mal lavado de alimentos a ser ingeridos, la ingesta de agua no segura, el escaso o la falta de un adecuado lavado de manos, son las causas más comunes de Gastroenteritis estacional provocada por virus como el rotavirus, adenovirus y bacterias intestinales como la Escherichia Coli.

Sin dudas, el correcto lavado de manos es uno de los factores fundamentales para evitar y prevenir este tipo de enfermedades. La simple higiene de manos adecuada evita el contagio y provoca también disminución en la transmisión de los gérmenes entre los integrantes del hogar o grupo cerrado. La técnica del lavado de manos es ampliamente conocida. Debemos considerar que productos como el alcohol en gel, es útil para evitar la contaminación, pero cada 10 aplicaciones del alcohol en gel, es necesario un lavado de manos de barrido, para retirar la capa de alcohol que se vuelve inefectiva.

Del mismo modo, una vez instalada la gastroenteritis, la hidratación adecuada y el sostenimiento de la lactancia materna, genera protección y asegura el correcto ingreso de líquidos y electrólitos necesarios para evitar el progreso de la enfermedad. No están indicados de rutina los antibióticos, ni ningún otro medicamento para el tratamiento de la diarrea estacional. La consulta con el especialista será la oportunidad para ampliar las posibilidades terapéuticas en caso de ser necesario.

ACCIDENTES DOMESTICOS EN PISCINAS:

Se trata de uno de los sucesos accidentales más comunes durante el verano en la infancia. Las caídas, los casi ahogamientos y los ahogamientos son los accidentes más traumáticos que puedan suceder en el núcleo familiar y puede llevar a casos mortales o extremadamente incapacitantes.

Es muy común que estos episodios sucedan a pesar de haber en el entorno varios observadores. Distracciones de escasos minutos determinan la fatalidad. El contar con varias personas alrededor de la pileta, no asegura adecuada protección, sino quizás todo lo contrario. No es raro pensar que el otro está cuidando a los niños y niñas en el agua. Y sucesivamente uno lo piensa del otro. Y en algún punto nadie está observando con atención lo que sucede en el agua. Un minuto puede determinar la muerte de un hijo o hija.

Existen varias formas de este tipo de accidente. El casi ahogamiento es cuando sucede la sumersión y la aspiración de agua hacia los pulmones, pero que con medidas de reanimación se logran recuperar signos vitales básicos. El ahogamiento produce paro cardiorrespiratorio y requiere maniobras de reanimación avanzada. Pocos casos logran recuperar los signos vitales y la hipotermia que provoca la sumersión. Se trata quizás de uno de los accidentes más complejos que puedan suceder en la infancia.

Existen medidas para evitar este tipo de accidentes. Una de ellas, y quizás la más importante es la protección de seguridad del perímetro de la pileta. Con ello es posible evitar un altísimo porcentaje de accidentes de este tipo. Estas protecciones se deberán instalar por personas expertas en el tema y considerando tamaños, alturas y distancias. Existen múltiples formatos de protección para perímetro de piletas.

Por otro lado, es importante que nunca permanezca un niño o niña solo cerca de una piscina. Siempre deberá haber un adulto responsable para su cuidado. También es importante contar bajo visualización el número de emergencias local para poder solicitar ayuda en el caso en que sea necesario, sin mayor pérdida de tiempo vital.

Existe un importante número de instituciones (públicas y privadas) que dictan cursos de Reanimación cardiopulmonar básica para la comunidad, que son fundamentales para poder ayudar a salvar una vida.

ALERGIA A PICADURAS DE INSECTOS:

Con la llegada del verano, también llegan las picaduras de insectos, como mosquitos y gegenes. Esto provoca desde situaciones de alergia leves, hasta casos de enfermedades graves como dengue, Zika o Chikungunya. Estos insectos abundan en lugares calurosos, húmedos y sobre todo en agua estancada y limpia.

La importancia de proteger a los niños y niñas contra la picadura de insectos radica en la prevención de este tipo de enfermedades. El uso adecuado de repelentes es importante para evitar daños cutáneos o reacciones alérgicas que pueden ser graves. Dichos repelentes deben ser indicados por el pediatra de cabecera, dado que muchas veces, los de uso habitual, no son útiles de acuerdo a la edad y la piel.  Por otro lado, también es importante la utilización de telas o tul de protección en ventanas y cunas, para evitar la picadura. También, como ya es conocido, el vaciado frecuente de recipientes que contengan agua, estancada y limpia, ayuda a erradicar el mosquito Aedes Aegypti, transmisor de enfermedades.

Todas estas situaciones son evitables y prevenibles. Es nuestra responsabilidad conocerlas y establecer todas las medidas preventivas para poder cuidar a nuestros hijos e hijas. Educar en salud es una de las herramientas más poderosas que tenemos como pediatras y médicos de familia.

Aquí unos consejos más sobre cuidados durante el verano:

  • Hidratarse e hidratar a los niños y niñas, a pesar de no tener sed.
  • Elegir lugares frescos y ventilados. Mojarse con frecuencia.
  • Estimular y no suspender la lactancia materna. Por el contrario, aumentar la cantidad de mamadas diarias.
  • No realizar actividades deportivas al aire libre los días de intenso calor.
  • Evitar el sol entre las 10 y las 16 hs.
  • Usar gorro, anteojos de sol y remeras de manga corta.
  • No exponer al sol a bebes menores de un año.
  • Protectores solares de amplio espectro contra UVA y UVB media hora antes de la exposición y renovarlo cada 2 hs.


INVITADO
Dr. Carlos Kambourian
M.N. 105494
Médico pediatra – Presidente Hospital Garrahan

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