Santo en la Web y en la Red

20 de abril, 2024

Martha Wolff. Argentina húerfana en el día del padre.

José Francisco de San Martín y Matorras​ fue el Padre de la Patria y libertador de Perú, Chile y Argentina. ¿Qué tal cómo suena hoy esto en nuestro país? Parecería que dejó su legado con sordina porque tuvimos y tenemos tantos padres de la pobre Patria que solo lo recuerdan los 17 de agosto, fecha en la que falleció en Boulogne Sur Mer, Francia, en 1850.

Entre los últimos salvadores de la Patria tenemos a Perón, Kirchner y a Alberto Fernández, el trío de los convencidos del triunfo sobre la decadencia, que sucesivamente se fueron encarnando en padres protectores de los humildes mientras se hicieron ricos o viven como tal. Los tres  asumieron el mando  convencidos del poder que han recibido en las urnas y respaldados por mujeres politizadas por el amor a sus cónyuges.

Evita decía que a los chicos había que enseñarles primero a decir Perón antes que mamá, instalándose una educación con ese lema. Con el mismo slogan se publicitaba en los libros de lectura como UPA que ella también había pasado a ser la madre sustituta ejemplar para ser adorada por los niños antes o a la par de sus madres. Fue la madre de  los descamisados mientras hablaba desde el famoso palco de la Casa Rosada con un tapado de visón que lucía en el coche descapotado. Y pidió antes de morir que el pueblo argentino cuidase del General cuando ella ya no estuviera. Y el General se supo cuidar muy bien asegurando su futuro hasta el día de hoy con lo que vive su tercera esposa en  España.

Y el General con su prosapia, su poncho, gorrito jockey, sumaba con lo que su esposa hacía desde Trabajo y Previsión, detractando a los que no le daban dinero para regalar juguetes como Mamá Noel a los niños, mientras él recorría la Quinta Presidencial en la Siam Lambretta, estimulando el deporte a los jóvenes, como todo dictador que usó a los jóvenes para su ideología de cuerpo sano y mente adoctrinada.

Néstor Kirchner, con su despliegue de suficiencia menos la cardíaca, pasó ser otro gran padre, héroe nacional para sacar a la Argentina adelante. Junto a su esposa, también encaramada en la suficiencia, alardeó ante sus seguidores medidas a reflotar para reflotar el país. Néstor y Cristina, una nueva versión de “un solo corazón”, pasaron a ser la otra pareja que Perón y Evita dejaron a los trabajadores para mejorar su calidad de vida. Pero indudablemente que mejoraron sus arcas mientras los que los vitoreaban, aplaudían, seguían estando peor que antes, más los eternos sindicalizados ricos y manejadores de masas empobrecidas. Kirchner pasó a competir en el campeonato de nombramientos de lugares, construcciones, objetivos, planes y movimientos que portaron y todavía lo colocan con su nombre como lo hicieron con Perón. Lo que no es Perón es Kirchner, es matemático. Para mantener viva su memoria, al morir, su viuda le erigió su Mausoleo en Río Gallegos, Santa Cruz creyendo que fue Napoleón.  A Evita la embalsamaron y Cristina ya dijo que a ella ya la Historia la ha juzgado por lo que hizo por su Patria…veremos de aquí en más….

Falta para completar el trío de sucesores de paternidades del pueblo argentino al actual presidente, que, entre abrazos, sonrisas, exabruptos, consejos, amenazas con el dedo índice, transformista de verdades en mentiras y mentiras en verdades, se siente padre protector de una Argentina en decadencia social, política y económica y padre protector también de los países de América Latina con dictaduras y pobreza.

En pocas palabras ante el Día del Padre que la Argentina necesita, somos huérfanos.

INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora

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