“Yo tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero no se puede negar que, por ahora, nos han dado resultado”.
Javier Milei aprovechó el foro que le ofreció en Roma la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para exponer su “decálogo de acción política” con las máximas que rigen su manera de ejercer el poder.
“El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido es expulsado”.
El jefe de Estado optó por romper puentes y confrontar con su vicepresidenta, Victoria Villarruel.
“No buscamos diálogos que nos lleven a ninguna parte, ni establecer consensos que solo les sirvan a ellos. Por eso, en nuestro gobierno somos implacables. El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido es expulsado”.
Milei no mencionó a Villarruel, pero sus palabras toman especial relevancia en el marco de hostilidad que viene exhibiendo hacia su vice.
“Contra todos los pronósticos de los analistas y los políticos profesionales, que creían que íbamos a durar tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar, hoy esa misma gente se sorprende de nuestros logros”
“Yo tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero no se puede negar que, por ahora, nos han dado resultado”
“Es mejor decir una verdad incómoda que una mentira confortable” y que “nunca hay que negociar las ideas para atraer un voto”.
“A diferencia de la economía, la política sí es un juego de suma cero. Los espacios de poder que no ocupamos nosotros los ocupa la izquierda. Por eso, debemos ser decididos, prácticos y no dudar acerca de ejercer el poder”