Luego de un extenso debate que duró 12 horas, la oposición en el Senado convirtió en ley el proyecto que limita las subas de las tarifas de servicios públicos. La votación terminó con un 37 votos a favor (en su mayoría peronistas y kirchneristas) y 30 en contra (Cambiemos y aliados). A su vez, el Gobierno hizo saber que esta norma ya fue vetada.
El jefe de Gabinete Marcos Peña brindó una conferencia de prensa en la que sostuvo “La ley está vetada. Es una ley irresponsable porque no fundamenta de dónde se paga aquello que se votó ayer. Lo que se votó equivale a toda la obra pública del país, dos veces la AUH, a todo el presupuesto de seguridad y defensa“.
El Gobierno calculó su costo en $115 mil millones y por eso el presidente Mauricio Macri la vetó, por su alto costo fiscal, en momentos en que se impulsa la reducción del déficit de las cuentas públicas.
La ley en cuestión determinaba que las tarifas de servicios energéticos deben volver a los valores de noviembre de 2017 y que las actualizaciones en los costos no pueden superar los aumentos salariales.
Del lado de quienes apoyaron el proyecto argumentaban que las tarifas tal como las planteó el Gobierno son “impagables”, que comprometen el bolsillo de los trabajadores y de los jubilados, y el futuro de las pequeñas y medianas empresas.
Desde el oficialismo se puso el énfasis en el “enorme” costo fiscal, la necesidad de ahorrar energía, y de reducir el déficit (bajando subsidios), corrigiendo la situación de atraso tarifario heredado de la gestión anterior.
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